Experiencia superada descrita por una paciente con sordera súbita y acúfenos
Hola amig@s,
Cuando me detectaron sordera súbita el pasado 5 de noviembre fue como si la vida me hubiera puesto en otro escenario sin avisar, y me sentí perdida, asustada y fuera de lugar. De un día para otro perdí la audición de mi oído izquierdo. Solo oía un fuerte acúfeno, y la sensación de taponamiento era total.
Es importantísimo que en cuanto seáis conscientes de que algo pasa con vuestra audición acudáis de inmediato a un otorrino. A las 12 horas de sufrir la hipoacusia brusca fui de urgencias y recibí la respuesta del especialista: sordera súbita. ¿Etiología? Se desconoce, pueden ser muchas causas (vírica, estrés...) y ninguna es clara. ¿Tratamiento? No se ha comprobado que ninguno sea efectivo. No obstante, los corticoides orales son los que más considerados están. Yo tomé 10 días de Zamene, previo protector gástrico. Mi desesperación iba en aumento cuando pasaban los días y no encontraba mejoría. Fui de nuevo al otorrino y lo que me dijo no fue nada alentador: hay gente que no se recupera.
He de apuntar que me hice previamente todo tipo de pruebas que descartaron otras patologías, como fue una resonancia magnética, pruebas cardiológicas, timpanometrías, análisis de sangre... No dudéis en haceroslas. El abordaje temprano es vital.
Ahora estoy feliz, ha sido un mes y medio, durísimo. Salir a la calle era toda una aventura, estaba asustada, con miedo a no recuperarme, enfadada porque me hubiera pasado a mí... en fin, una serie de sentimientos que reconoceréis los que habéis sufrido o estáis pasando por una situación similar. Pero gracias al apoyo de mi pareja, mi hijo, mi familia, profesionales que me ayudaron, he salido adelante con fuerza, y he aprendido de esta situación. Aprendí a relajarme (hago meditación), y a aceptar la situación poco a poco sin perder la esperanza de curación. Intentaba hacer una vida normal. Es lo mejor que podéis hacer, seguir adelante.
Ha sido una prueba de vida que me ha enseñado muchas cosas.
Cuidaros mucho. Os envío ánimo, fuerza y esperanza, que por mucho que dure la tormenta, siempre acaba por salir el sol.
Un fuerte abrazo.